Sin duda, uno si no el mas grande de los problemas sociales de países sub-desarrolados como el nuestro es el trafico ilegal de drogas. El narcotráfico parece abarcarlo todo y destruir todo a su paso. Aparentemente mas de 40 años de lucha contra este mal no ha surtido efecto y su combate se torna mas violente cada año.
La pagina liberalismo.org publicó un articulo con 10 razones por la que el consumo de drogas debe legalizarse, que a mi entender quizás se en encuentre con muchísimas criticas, pero que si se analiza a fondo tiene muchísima validez.
También les recomiendo leer este articulo en Eliax.com muy ilustrativo del problema!
Diez razones para legalizar las drogas
Cortesía del Cato Institute. Juan Carlos Hidalgo es colaborador del Proyecto sobre la Libertad Económica Global del Cato Institute.
La prohibición de las drogas ha tenido consecuencias desastrosas muy similares a la que sufrió el alcohol en los años veinte en Estados Unidos. Sin embargo, en vez de reconocer el fracaso de dicha política, la mayoría de los gobiernos alrededor del mundo se han empeñado en gastar más recursos y atentar más contra las libertades de sus ciudadanos en un esfuerzo inútil por detener el comercio ilegal de narcóticos. Legalizar las drogas eliminaría o mitigaría significativamente las terribles consecuencias que enfrentamos bajo el actual enfoque prohibicionista:
La prohibición de las drogas ha tenido consecuencias desastrosas muy similares a la que sufrió el alcohol en los años veinte en Estados Unidos. Sin embargo, en vez de reconocer el fracaso de dicha política, la mayoría de los gobiernos alrededor del mundo se han empeñado en gastar más recursos y atentar más contra las libertades de sus ciudadanos en un esfuerzo inútil por detener el comercio ilegal de narcóticos. Legalizar las drogas eliminaría o mitigaría significativamente las terribles consecuencias que enfrentamos bajo el actual enfoque prohibicionista:
- La legalización pondría fin a la parte exageradamente lucrativa del
negocio del narcotráfico, al traer a la superficie el mercado negro
existente. Y con la desaparición de la clandestinidad del narcotráfico
disminuye dramáticamente la problemática social ligada a dicha
actividad. La actual prohibición de las drogas no detiene al mercado,
simplemente lo ha sumergido bajo el manto de la ilegalidad, y cuando un
negocio es un crimen, los criminales tomarán parte de éste. Según las
Naciones Unidas, el tráfico de drogas genera $400.000 millones anuales,
lo cual representa un 8% del comercio mundial, comparable con la
industria de textiles. Dicho botín representa una tentación irresistible
para los criminales del mundo.
- La legalización reduciría dramáticamente el precio de las
drogas, al acabar con los altísimos costos de producción e
intermediación que implica la prohibición. Esto significa que mucha
gente que posee adicción a estas sustancias no tendrá que robar o
prostituirse con el fin de costear el actual precio inflado de dichas
substancias.
- Legalizar las drogas haría que la fabricación de dichas
sustancias se encuentre dentro del alcance de las regulaciones propias
de un mercado legal. Bajo la prohibición, no existen controles de
calidad ni venta de dosis estandarizadas. Esto ha conducido a niveles de
mortalidad altos a causa de sobredosis o envenenamiento por el consumo
de drogas. De hecho, según un estudio del Cato Institute realizado por
James Ostrowski, el 80% de las muertes relacionadas con drogas se deben a
la falta de acceso a dosis estandarizadas.
- El narcotráfico ha extendido sus tentáculos en la vida política
de los países. Importantes figuras políticas a lo largo de
Latinoamérica han sido ligadas con personalidades y dineros relacionados
con el tráfico de drogas. Tal vez aquí yace la razón por la cual la
guerra contra las drogas se intensifica año con año. Los grandes
narcotraficantes son los que más se benefician con la actual
prohibición, y los operativos anti-drogas que se practican en
Latinoamérica sirven para eliminarles la competencia que enfrentan por
parte de los pequeños y medianos distribuidores. La legalización
acabaría con esta nefasta alianza del narcotráfico y el poder político.
- Legalizar las drogas acabaría con un foco importante de
corrupción, la cual aumenta en todos los niveles del gobierno debido a
que una substancial cantidad de policías, oficiales de aduana, jueces y
toda clase de autoridades han sido comprados, sobornados o extorsionados
por narcotraficantes, creando un gran ambiente de desconfianza por
parte de la población hacia el sector público en general.
- Los gobiernos dejarían de malgastar miles de millones de
dólares en el combate de las drogas, recursos que serían destinados a
combatir a los verdaderos criminales: los que le violan los derechos a
los demás (asesinos, estafadores, violadores, ladrones, grupos
terroristas). Además, con la legalización se descongestionaría las
cárceles, las cuales hoy en día se ven inundadas por gente cuyo único
crimen fue el consumo de substancias que están prohibidas por la ley.
Todos estos esfuerzos por combatir el tráfico de drogas han sido
inútiles. Por ejemplo, las mismas autoridades reconocen que a pesar de
todo el dinero gastado, los esfuerzos actuales solo interceptan el 13%
de los embarques de heroína y un máximo del 28% de los de cocaína. De
acuerdo con las Naciones Unidas, las ganancias de las drogas ilegales
están tan infladas que tres cuartos de todos los embarques deberían ser
interceptados con el fin de reducir de manera significativa lo lucrativo
del negocio.
- Con la legalización se acaba el pretexto del Estado de socavar
nuestras libertades con el fin de llevar a cabo esta guerra contra las
drogas. Intervenciones telefónicas, allanamientos, registro de
expedientes, censura y control de armas son actos que atentan contra
nuestra libertad y autonomía como individuos. Si hoy en día las drogas
son accesibles incluso en las áreas de máxima seguridad de las
prisiones, ni siquiera convirtiendo a nuestros países en cárceles vamos a
lograr mantener a las drogas fuera del alcance de aquellos que quieran
consumirlas. Legalizando estas substancias evitaremos que los gobiernos
conviertan a nuestros países en prisiones de facto.
- Legalizar las drogas desactivará la bomba de tiempo en la que
se ha convertido Latinoamérica, especialmente países como Ecuador,
Bolivia y Colombia. En este último, las guerrillas financiadas por el
narcotráfico manejan miles de millones de dólares en equipos militares
de primera línea, y amenazan con extender su lucha a países como Panamá,
Brasil y Venezuela. Hace un par de años se descubrió la fabricación de
un submarino en Colombia para el transporte de armamentos y drogas, lo
que demuestra el poderío de estos grupos guerrilleros. Todo esto ha
llevado a una intervención creciente por parte de Estados Unidos,
quienes desde hace un par de años han venido fortaleciendo su presencia
militar en la región de una manera nunca vista desde el fin de la Guerra
Fría.
- En una sociedad en donde las drogas son legales, el número de
víctimas inocentes producto del consumo y la venta de estupefacientes se
vería reducido substancialmente. La actual política afecta directamente
tanto a los consumidores de narcóticos como a terceros. Es así como
gran cantidad de personas que nunca han consumido estas sustancias o que
no están relacionadas con la actividad se ven perjudicadas o incluso
pierden la vida debido a las "externalidades" de la guerra contra las
drogas: violencia urbana, abusos policiales, confiscación de
propiedades, allanamientos equivocados, entre muchos otros.
- La legalización conducirá a que la sociedad aprenda a convivir
con las drogas, tal y como lo ha hecho con otras sustancias como el
alcohol y el tabaco. El proceso de aprendizaje social es sumamente
valioso para poder disminuir e internalizar los efectos negativos que se
derivan del consumo y abuso de ciertas sustancias. Sin embargo,
políticas como las de la prohibición, al convertir a los consumidores en
criminales, desincentivan la aparición de comportamientos y actitudes
sociales necesarios para poder lidiar con los problemas de la adicción y
el consumo tempranero de dichas sustancias.
Luego de muchos años de malas experiencias con la política
actual, y tras un análisis detallado de las consecuencias no deseadas de
prohibir el consumo y la venta de substancias que la gente quiere, es
necesario que lleguemos a la conclusión de que las drogas deben ser
legalizadas si no queremos seguir el camino autodestructivo al que nos
está conduciendo la prohibición moderna.